- ¡Vamos! Que él siente cosas por ti qe no sabe ni decirte. Y tú no se las dices porque crees que no las siente. Y si ése es el problema, me repatea que no estéis todo lo bien que podéis estar. Os amáis. Disfrutadlo. Y por favor, confiad en la obviedad: sois correspondidos.
- ¿Ves por qué digo que soy gilipollas?
- Pues porque lo eres :)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Cuántas veces nos ha ocurrido esto en la vida? ¿A mí? Muchos. A veces más de las que quisiera, y por gilipollas pierdes una gran oportunidad. Aunque a estas alturas de mi vida, y tal y como estoy; pienso que por aquel entonces hice bien, pues no sabía lo que realmente era el amor hasta que decidí de ser gilipollas.
ResponderEliminarTe quiero, Esposa :D